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Tuesday, June 06, 2006
VIDA DE HOY/ Genios en el aula y en la casa
Andrea Rojas se dio cuenta que su hija era especial, cuando cumplió 16 meses. Tenía buena memoria y hablaba con facilidad. “En una ocasión le canté el Himno Nacional y luego lo repitió enseguida sin equivocarse”, asegura. “Entonces, mi mamá empezó a enseñarle canciones y a sumar y restar y dentro de poco era muy hábil también con las matemáticas”.

En ese momento, Laura entró en un colegio de educación tradicional, pero se notaba la diferencia con los otros niños. Aprendía con mucha más rapidez. Mientras algunos se preocupaban por aprender a leer, ella ya quería saber de álgebra y escribía cuentos cortos.

Hoy en día estudia en un colegio de inteligencias múltiples, donde hay niños con inteligencia superior y síndrome de Dawn. Rojas cuenta que lo que antes le parecía un privilegio ahora le angustia. Laura tiene 13 años y un coeficiente intelectual (CI) de 146. Cursa undécimo grado y muy pronto entrará a estudiar medicina.

Los psicólogos coinciden en que estos casos son excepcionales y que pocas veces se presentan casos hereditarios. Resaltan, además, que existen varias formas de inteligencia. Verbal, lógica, matemática, musical, emocional y espacial, entre otras.

Álvaro Franco, psiquiatra infantil y director de la división de investigación de la Universidad el Bosque, afirma que “lo normal es tener entre 90 y 110 de coeficiente intelectual, pero no siempre se relaciona con éxito”.

Según Franco en su mayoría presentan bajo rendimiento académico, porque los niños creen que están sobrados. “Entonces, el profesor empieza explicar y no le paran bolas, se burlan, lo interrumpen o corrigen. Es posible que por eso el profesor termine detestando al niño”, explica.

“Son niños que sufren de depresión, ansiedad o síndrome de omnipotencia infantil, pues creen que son la última Coca-cola del desierto, y el mundo se encarga de recordarles que no. Entonces por eso son muy maltratados. Pueden ser llamados nerdos y en ocasiones no son muy aceptados por su grupo”, afirma Olga Albornoz, psiquiatra infantil y de la adolescencia.

“Un niño que tenga una inteligencia superior no va ser en el futuro más que un adulto inteligente-explica Albornoz-. De repente van a hacer más exitosas personas adaptadas, con menor crecimiento intelectual, pero mucho más productivas”.

Manifestaciones
Se puede detectar que hay inteligencia superior, porque el niño empieza a desarrollar lenguaje muy rápido o aprenden a leer sin que nadie les hay enseñado, lo que se conoce como hiperlexia. También son niños que tiene buen léxico. “Se aburren mucho en clase. Tienen déficit de atención, porque no les interesa la clase y necesitan estar en temas más avanzadas”, explica Franco

Albornoz aclara que hay que estar atentos frente algunos trastornos. “Hay niños que parecen que tuvieran inteligencia superior, pero no la tienen. Por ejemplo, los que viven entre adultos. Son niños ‘adultomorfos’, porque como viven entre adultos, hablan como adultos, pero no lo son”, advierte.

Consejos para los padres
En algunos casos pueden llegar a ser mentirosos y manipuladores, según los expertos. Por eso, le aconsejan a los padres que soliciten ayuda después de detectar en los niños cualidades cognitivas o desenvolvimiento social sobresaliente. “Deben localizar colegios, no especiales exactamente, pero si colegios donde se puedan aprovechar sus capacidades”, aconseja Olga Albornoz.

Por otra parte, Álvaro Franco sugiere que hay que buscarle una actividad extra de tipo académico o deportivo, donde puedan adquirir habilidades sociales y tenga el tiempo ocupado. “Los profesores, además, tienen que estimularlo, para que dentro de su grupo pueda investigar más a fondo los temas que se ven en clase. Eso mejora su autoestima”, propone el psiquiatra y también investigador.

Andrea Rojas, como madre de una niña con aptitudes excepcionales, opina que hay llevarlos a colegios especiales y enseñarles desde pequeños que su inteligencia deben usarla para bien de los demás.

Ella asegura que Laura no ha tenido problemas de adaptación, pero reconoce que tiene otro tipo de dificultades con la motricidad fina y gruesa. “A ella no le gusta practicar deportes. A veces juega basquetball, pero no más”.

En un test realizado a 100 niños con coeficiente intelectual alto de su colegio, Laura consiguió el primer puesto. Esta es la razón, por la que a pocos meses de la graduación del colegio y a unos meses más de entrar a la universidad, Rojas no puede ocultar su preocupación, porque dentro de poco su hija de 13 años entrará en un mundo de adultos que trata a todos por igual.

Por Christian Pardo

escrito por Christian Pardo @ 11:10 PM  
2 Comentarios:
  • A las 8:37 PM, Anonymous Anonymous dijo…

    Se. Cristian le solicito ayuda. tengo un niño de 8 años y estudos realizados posee un coeficiente intelectual de 146 y no hemos logrado conseguir un colegio en cali para el. me gustaria saber a donde acudir.
    att. faiber loaiza

     
  • A las 5:35 PM, Anonymous Anonymous dijo…

    buena noche, me gustaria saber si hay en cali un lugar donde realicen la prueba avalados por el instituto merani de Bogota.. gracias

     
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Christian Pardo, 26 años
Bogotá, Colombia
Periodista, arquitecto de información web, voz comercial y bloguero. Estudiante de Gerencia de Proyectos en Telecomunicaciones. Contáctelo

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