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| Tuesday, October 05, 2004 |
| ENTRETENIMIENTO/ Los cinco rounds de la conquista |
La noche siempre será la cómplice de todo lo prohibido. Porque es bajo la oscuridad citadina que la líbido se alborota y no hay hombre o mujer que se resista a sacudir el cuerpo y a buscar pareja.
Es un viernes de esos que se ansían desde que empieza la semana. Los amigos planearon desde el viernes anterior, el sitio y el pago de la cuenta. Lo único que muchas veces falta es la buena compañía.
Para irse de `levante´ un viernes, no hace falta una estrategia de conquista de meses o encenderle una veladora a San Antonio de Padua, santo de los amores imposibles. Simplemente hay que tener en cuenta algunos tips que se han registrado en la Biblia del Coqueteo.
Asesorarse en estos casos del papá o del hermano mayor no es buena idea. Ellos no entenderían porque en una rumba electrónica no se puede extender la mano y preguntar ¿bailas? Por eso, la estrategia debe ser personal o dirigida por un amigo gurú en la materia. El éxito de la noche dependerá del factor sorpresa de su batalla. Todo está en la innovación y la creatividad.
Round 1: La llegada… al sitio de rumba
Para conquistar desde la llegada… al sitio de rumba, hay que hacerse notar desde que se cruza la puerta. Inclusive desde la fila para pagar el cover.
Las niñas entrarán mascando chicle, sacudirán el pelo o harán el famoso “cambio de luces” al primer macho receptivo que sea de su interés. Posiblemente llevarán un bolso del tamaño de su celular y su maquillaje.
Antes de entrar, los hombres meterán la panza, fruncirán el seño, mascarán chicle o en su efecto fumaran en la fila y le marcaran por enésima vez a Luis que nunca dio con la dirección del bar.
Después de la parafernalia: de la pedida de la cédula, el cover, la requisa, se comienza a disfrutar de la parranda y se deja que tanto piernas y cabeza se muevan solas al compás del chis-pum-chis-pum-chis-pum.
Round 2: Reconocimiento del terreno
Si las luces lo permiten debe hacerse un reconocimiento del campo visual. Los hombres harán un escaneo de 360 grados, para determinar los posibles blancos. Las mujeres sólo necesitarán uno de 45 grados, mas, si son un grupo de mujeres solas, los varones se encargaran de acercarse a su mesa como imanes.
Mientras se determinan las zonas de interés en la rumba, se podría empezar a rendirles culto al Dios Baco y a Santa la Pachanga. Unos cócteles con algo de licor y algo de picar, no caerían nada mal.
Cuando establezca el objetivo primario de la noche, tenga en cuenta que su victima no tenga acompañante o que si lo tiene no esté en el baño. Puede llegarle por la espalda, mientras usted se las da de don Juan.
Round 3: Salida al ruedo
Regularmente, la mujer más linda de la fiesta va ser la más complicada. Va ser la cima de la montaña de esa noche. Aunque ahora hasta las feas son creídas. Entonces, sea consiente de sus alcances y apúntele a lo que se merece.
No hay necesidad de pasarse de tragos para “meter la pata”, por eso, no escatime en mirar bien ¡con quién se va a meter por Dios! La oscuridad es su mejor aliada, pero también es engañosa. No vaya a salir en falso. Mire con lupa las condiciones del territorio y si le dan papaya ¡ataque!
Las niñas, por lo general, no atacan sino que se defienden de las embestidas masculinas en el baño, en la barra, bailando… Aún así las mujeres podrán tomar la iniciativa porque el postmodernismo lo ha cambiado todo.
Sálgase del esquema tradicional y deseche de su repertorio preguntas como: ¿Vienes muy seguido a este sitio?, ¿Hace calor, no?, ¿Y tú qué haces?, ¿Vienes con alguien?, ¡Te pareces mucho a una amiga mía!, ¡Desde que te ví me gustaste!, ¿Tienes candela? Pero tampoco vaya a irse al extremo y preguntarle: ¿Qué opinas de la reelección?
Ni de fundas hable del pasado, no invoque a los ex novios porque suelen aparecer como por arte de magia. Y si no llegan usted puede pasar de don Juan a paño de lágrimas.
Round 4: La conquista
El volumen de la música va a facilitar el contacto con su `levante´, mas, procure no gritarle ni escupirle. No hay algo más antierótico que la sensación de babas en la cara, el cuello o en las orejas. Y ni hablar del zumbido rompe tímpanos después de un grito
Tenga presente que usted es un ganador desde su concepción; fue el primer espermatozoide que llegó al óvulo. Fue entre millones el primero. Y esta no será la primera ni última vez que demuestre su actitud de vencedor.
Déjese llevar por la música, vaya despacio y no avance si ve signos de resistencia. No obstante, si le dan bandera verde actúe pensando en que somos un gran edificio en donde “lo que se hace arriba se siente abajo”.
Dependiendo de su plan vaya insinuando sus intenciones. No todo en la vida es sexo, sumercé, aunque sus cinco sentidos piensen lo contrario. Puede que no encuentre a su `traga´ pero sí a una gran amiga(o).
Round 5: La estocada final
Esta etapa tiene que estar superplaneada. La improvisación sólo mostraría inseguridad y su `levante´ pensará “me va salir con un chorro de babas”.
Por eso, cuando el asunto haya `cuajado´ y su plan esté viento en popa, asegure bien el terreno y pida todos los datos de contacto. También aliste o compre el consabido “kit rumbero” en su droguería de confianza.
Haga ver por qué su plan de irse por ahí después de la rumba es el mejor. “Es tempranísimo, hasta ahora son las tres de la mañana, ¿dónde la seguimos?”, “además coger un taxi a esta hora… ¿no es como peligroso?”.
En fin, la creatividad de la que tanto se habló debe salir a flote y los buenos detalles deben ir de la mano. Lo inesperado sorprende y lo trillado aburre y quita el encanto.
Lo que pase de ahí en adelante corre por su cuenta. Lo único es que si lo va a hacer, hágalo bien o sino “¡deje así!” pues como diría Taylor “siempre hay una mejor forma de hacer las cosas”.
Por CHRISTIAN PARDO
Para EL TIEMPO
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escrito por Christian Pardo
@ 4:57 PM
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